Si alguna mercancía se puede comercializar, se puede codificar.
Si se puede codificar, se puede vender en el extranjero con rapidez y eficiencia.
La clasificación arancelaria es un acelerador de las exportaciones porque permite a todos los participantes de la cadena logística hablar en el mismo idioma comercial.
Se minimiza el tiempo invertido en descifrar distintos códigos.
Se puede agilizar la coordinación con todos los actores involucrados porque un sólo código es suficiente para que todos puedan realizar su trabajo.
Y si la mercancía se puede exportar a estas velocidades, así de rápido se consiguen los beneficios de las ventas.